Hechos 1:8 hace parte de nuestro ADN. Estamos convencidos que es solo bajo el empoderamiento del Espíritu Santo que podemos expresar plenamente el amor, com-pasión y misericordia de Jesús a aquellos que no le conocen.

Creemos fielmente lo que dice su palabra en Hechos 1:8, por ello recibimos el poder del Espíritu Santo para hacer la tarea misionera en nuestra Jerusalén, Judea y Samaria y hasta lo último de la tierra, entendiendo que nuestro Dios mundial nos envía a ser testigos en todo lugar donde muchas personas al mismo tiempo están luchando con necesidades emocionales, físicas, sociales y espirituales; donde religiones y gobiernos obligan a vivir un mensaje de obediencia, pero no de gracia y salvación que trae Dios para la vida de las personas, cada uno de ellos necesita conocer y vivir la gracia y la salvación divina lo más pronto posible.

Es por eso que nuestra tarea misionera es simultánea, anunciamos las buenas nuevas en nuestra casa, en nuestra ciudad, en nuestro país y en todo el mundo al mismo tiempo, porque la necesidad es abundante y apremiante.

El llamado divino es un acto de la suprema voluntad del Todopoderoso. Es una oportunidad, un privilegio y una responsabilidad concreta que Dios entrega a todos sus hijos, que día a día se rinden y dependen de quién con su poder transformador nos ha cambiado para ser pescadores de hombres.

Com-Pasión es un juego de palabras que unifica: La COMPASIÓN como el sentir y la PASIÓN como el obrar. Por ello somos llamados en palabra y hecho con el sentir y obrar que Dios pone en nuestra vida para cumplir su perfecta voluntad.

En Colombia, como familia Aliancista extendemos Su amor a todos los que conocemos; caminamos junto a nuestro prójimo a través de los duros desafíos que la vida trae, presentándoles a Jesús, el Único que ofrece verdadera esperanza. Plantamos iglesias en lugares espiritualmente sedientos, discipulamos y guiamos a los nuevos creyentes para llegar a ser saludables seguidores que se apasionan por Jesús.

Dios nos convoca, determina el tiempo, el lugar y la tarea específica a realizar en nuestro diario vivir, pero además nos llena del poder de su Espíritu Santo al darnos la fuerza para vencer los temores y obstáculos que se presentan allí donde somos llamados a Com-Pasión.