Aliento De Vida
Que difícil es conservar la esperanza cuando nos encontramos en situaciones complicadas, por ejemplo estar condenado a setenta años de cautiverio, como el pueblo de Israel, es algo realmente desalentador, pero hay condenas que son espirituales y pensamos que no tienen salida, porque dudamos de la restauración de Dios. Y así como liberó a su pueblo, quiere devolvernos el aliento por medio de esta enseñanza.
Ezequiel 37:1-14
El desaliento es un mal que nos afecta de manera silenciosa. Dios quiere ayudarnos a enfrentar y superar aquello que nos obstaculiza para avanzar hacia el propósito del cielo.
Producto de la desobediencia a Dios, gran parte de los israelitas fueron llevados como prisioneros de guerra hacia el imperio babilónico, allí durante muchos años, experimentaron situaciones difíciles que les llevaron a pensar que Dios los había abandonado; sintieron que perdían la esperanza de recuperar la libertad, la vida y las posibilidades de seguir avanzando en el propósito de Dios.
En medio de esta situación, Dios busca al profeta Ezequiel y le muestra un valle lleno de huesos secos, luego le pregunta que si él cree que esos huesos puedan volver a la vida, a lo que el profeta responde: “Tú lo sabes”.
En ese momento Dios le dice que hable a los huesos profetizando que volverían a tener vida, inmediatamente la palabra hizo efecto en los huesos y retomaron cada uno de sus tejidos y la piel que daban forma a sus cuerpos, pero aún no tenían vida; entonces el profeta nuevamente, por orden de Dios, pide al Espíritu que sople vida sobre los cuerpos, y éstos se levantaron sobre sus pies.
1. Dios nos muestra el estado en que se encuentra nuestra comunidad. Vers 1-3
Dios quiere que analicemos la situación por la que está pasando nuestra congregación, e identifiquemos lo que nos impide el crecimiento. En este pasaje los huesos secos representan; sequedad, estancamiento, desaliento, desesperanza y derrota.
Pidamos a Dios la posibilidad de tener un cuadro completo de la situación que pueda estar afectando nuestro grupo.
2. Dios brinda las orientaciones acerca de la tarea a realizar. Vers 4-10
Tenemos la responsabilidad de recibir el mensaje de Dios, y luego compartirlo con la comunidad. La palabra debe afectar la vida de las personas y producir cambios visibles, para que otros sean testigos del cambio.
El obrar del Espíritu de Dios es fundamental para que la iglesia, que ha recibido la palabra, tenga el aliento, la fuerza y el vigor necesario para seguir adelante.
El Espíritu Santo y la palabra de Dios trabajan juntos, van de la mano, son necesarias para generar una transformación en la comunidad.
3. Dios se compromete con la restauración del pueblo. Vs 11-14
Los Israelitas, se sentían sin esperanza alguna, con una sensación de fracaso y derrota completa.
Cuando hay desaliento, desánimo, estancamiento, y derrota en la vida de las personas, esto se transmite entre ellos, provocando una indisposición colectiva.
Dios asume un compromiso con los israelitas, y lo hace tomando de la palabra que les había comunicado desde sus antepasados de restaurar la tierra prometida.
Nosotros como iglesia, contamos con el respaldo del Espíritu Santo para seguir adelante hasta que Cristo regrese de nuevo.
En ocasiones nuestra comunidad atraviesa situaciones difíciles, como el desaliento, el estancamiento o la derrota.
Dios busca que identifiquemos y evaluemos nuestra situación para ser tocados por el Espíritu Santo.
La comunión con Dios por medio de Su palabra y el obrar del Espíritu santo; son elementos necesarios para la restauración en nuestra iglesia.
Por Efren Grueso
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