Dame De Beber
Dios utiliza las condiciones o circunstancias que están a nuestro alcance para enseñarnos su propósito, y cuando tenemos una necesidad buscamos solucionarla con nuestras propias fuerzas, pero el ejemplo de Jesús nos muestra que quiere hacerse cargo de nuestras necesidades y darnos vida eterna.
Juan 4:1-42
Estaba Jesús de camino a Galilea y en su viaje pasó por el pueblo de samaria, allí se detuvo en un pozo para descansar y una mujer se acercó para sacar agua, Jesús la mira y le pide agua, a lo que ella se asombra porque Judíos y Samaritanos no se trataban, pero Jesús, ante la negativa de la mujer, le ofrece de beber y le dice que no tendrá sed jamás; la mujer acepta y tienen un diálogo en donde le hace saber que no le está ofreciendo agua para su necesidad física, sino para saciar su espíritu. A partir de ese momento la mujer comienza a compartir el mensaje de Jesús y muchos en su pueblo creyeron y le seguían.
-De este encuentro podemos retomar algunos puntos de relevancia que nos ayudarán a comprender definitivamente que el propósito de Dios llega a cada persona justo en su momento.
-Jesús rompió las barreras de enemistad entre judíos y samaritanos (Vers 9). Cuando Dios tiene un propósito rompe barreras y esquemas, en este caso, Jesús inicia una conversación a través de una necesidad física. La mujer iba al pozo a buscar agua, pero no conocía la magnitud de las palabras que Jesús le hablaría.
-Fuente de agua viva (Vers 14). Cuando Jesús le habla a la mujer samaritana ella enseguida manifiesta dame de esa agua; pues ella solo veía la oportunidad que le ofrecía Jesús desde una perspectiva material, pero Él le estaba ofreciendo un estilo de vida diferente; agua espiritual que restaurara todo su ser. Es necesario reconocer nuestra situación actual, porque cuando Jesús llega a nuestro corazón, produce abundancia y sacia todo nuestro ser.
-Vers 16. Jesús menciona la intimidad de aquella mujer para sacar lo que está oculto en el corazón, lo que está dañando e impidiendo una rendición total al Señor. Jesús le muestra a la mujer samaritana que Él vino para buscar, restaurar y salvar a la familia.
-Jesús derrumba conceptos y esquemas religiosos (Vers 20-24). La mujer da argumentos sobre su lugar de adoración y Jesús con certeza le responde: “Mujer créeme que llega el momento en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre”. Sin importar el lugar, nuestra adoración debe hacerse con el corazón para Dios.
-Se despojó de lo que la identificaba, su cántaro (Vers 28). La mujer samaritana además de estar sedienta; llevaba consigo una necesidad de amor, seguridad y aceptación, pero Jesús le salió al encuentro para darle todo lo que ella estaba necesitando. Es necesario que busquemos a Jesús, pues él nos ofrece vida eterna que sacia toda ansiedad.
-Testificó del poder de Jesús (Vers 39-42). La mujer samaritana corrió a contar lo que le había sucedido y su restauración permitió que muchos en su pueblo conocieran a Jesús, ya no solo por las palabras de ella, sino por lo que ellos mismos oían. La mujer dejó que su vida cambiará, y Dios la utilizó para transformar el ambiente de su entorno.
Nosotros siempre buscamos soluciones inmediatas a las necesidades, por eso la mujer le pedía a Jesús agua para beber, porque quería saciar la sed física; pero no se imaginaba que tenía enfrente una solución de vida eterna.
La esperanza de esta samaritana estaba en Jesús, pero Judíos y Samaritanos no se podían tratar; y Él en este encuentro rompió toda barrera para enseñarnos que nada es imposible para Dios.
Este fue el tiempo para que los samaritanos creyeran en el Señor Jesús como su Salvador, muchos nacieron de nuevo. Esta porción termina diciendo: sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.
Pra. Maryory Ocampo
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