Él dio todo por nosotros

Marta y Gonzalo tuvieron un pasado complejo debido al estilo de vida desordenado que él llevó por muchos años y con algo de nostalgia ella expresa que “nadie daba nada por nosotros, pero Dios sí dio todo por nosotros”.

Marta no veía una salida para la vida de Gonzalo, sentía que tanto la vida de él como la de ella se estaban perdiendo sin remedio alguno. Al conocer unos amigos, éstos le hablaron acerca de una iglesia cristiana donde encontró una comunicación directa con Dios, en quien puso toda su esperanza, rogándole que la vida de su esposo fuera transformada, aunque para ella humanamente parecía algo imposible.

El obrar sobrenatural del Todopoderoso se comenzó a manifestar en la vida de este hombre y las oraciones de su esposa daban los primeros frutos; Gonzalo comenzó a despertar interés por conocer sobre Dios y accedió a participar de un Encuentro de Libertad en Cristo, donde iniciaría realmente una nueva etapa de su vida.

Una vez que Gonzalo buscó acercarse más a Dios, el enemigo quiso jugar con su mente para desviar su camino, “entre más más buscaba de Dios, más me quedaba solo”, para su antigua forma de vivir, sus amigos eran lo más importante porque con ellos encontraba el placer momentáneo que sin darse cuenta le estaba robando la vida y su familia, ahora este hombre los veía darle la espalda en momentos difíciles como la pérdida de su empleo. Pero por la gracia del Espíritu Santo entendió que tener al lado personas que no le aportan para bien no tiene sentido; y decidió seguir adelante de la mano de Dios y su esposa, con la claridad que si el precio por ser un cristiano era quedarse sin los que decían ser sus amigos, estaba dispuesto a pagarlo.

Esta firme decisión se ha convertido en el fundamento de la vida cristiana de esta pareja, que gracias a su fe en Jesús su hogar se ha visto grandemente bendecido al ver que Dios le ha dado mucho más de lo que imaginaron algún día. Restaurando integralmente sus vidas, cambiaron en un 100% desde que decidieron jugársela toda por Dios. Hoy su mayor sueño es comprometerse más con Él, para poder servirle con toda su alma en la sede El Encuentro Kennedy donde le conocieron.