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Entregando Alegría

Entregando Alegría

La esperanza de muchos niños es recibir un nuevo juguete y es grande la felicidad que produce ver la sonrisa de un niño al abrir un regalo y sorprenderse con lo que tiene adentro.

Para muchos hogares colombianos esta sentimiento es ausente ya que son muchas las familias que no cuentan con recursos necesarios para brindar la alegria un detalle a sus hijos.

En la ciudad de Montería, encontramos un grupo de niños que desafortunadamente viven en condiciones precarias, algunos son huérfanos, otros habitan en lugares de extrema pobreza; son niños vulnerables al maltrato, al abuso e incluso expuestos al consumo de alucinógenos.

Pero allí en medio de estas necesidades Dios ha levantado un movimiento dirigido por el Pastor Darwin Ávila Torrecilla de nuestra sede Edmundo López para desarrollar un trabajo social de impacto en la comunidad desde hace 8 años, en los cuales han visto resultados gratificantes como el de un grupo de adolescentes que ya están estudiando carreras técnicas en apoyo con el Instituto Nacional de Aprendizaje.

“Luchamos por los más pequeños para ayudarlos a salir adelante”

El 20 de diciembre se realizó una celebración especial de fin de año con los niños de la comunidad, una oportunidad para mostrar un gesto de amor y compasión por los ellos; en esta ocasión se desarrollaron distintas actividades lúdicas, buscando alegrar sus vidas y regalar momentos de felicidad, este objetivo se logró y se evidenció en los rostros de nuestros pequeños al verlos sonreír.

“Conociendo que vivimos en una comunidad donde los niños muchas veces no tienen la oportunidad de recibir un regalo en esta época de navidad, todos los años gestionamos más de 1500 detalles para los niños del sector.”

Agradecemos a nuestro buen Dios por permitirnos ser de bendición a través de nuestras sedes para las comunidades como esta sede en Montería donde además de brindar un apoyo material, tenemos el privilegio de extender el Reino de los cielos, porque al entregar estos regalos también entregamos alegría y lo más importante, el mensaje de Jesús.