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Extendendiendo Com-pasión Hasta Ecuador

Extendendiendo Com-pasión Hasta Ecuador

Una comisión de La Alianza en Colombia viajó a la provincia de Manabí en Ecuador, país vecino que se vio afectado por un desastre natural el pasado 16 de abril, con el objetivo de conocer las necesidades de las iglesias que tras la tragedia, se mantienen en pie para servir como brazo de apoyo a las personas de sus comunidades.

Destrucción, soledad, incertidumbre, dolor y necesidad es lo que se percibe a primera vista en las poblaciones devastadas, pero al hablar con las personas se evidencia que hay esperanza, manifiestan que aunque no será fácil, no hay otro camino distinto a levantarse de los escombros y tomar esta situación como una oportunidad para construir un mejor futuro en sus comunidades.

A medida que la comisión avanzaba en la ruta hacia las iglesias afectadas, aumentaban las evidencias de la destrucción y a su vez, la mano protectora de Dios se reflejaba en cada historia que con sentimiento relataban quienes vieron la muerte rondar por los cantones costeros del Ecuador.

Las poblaciones de Portoviejo, Manta, Bahia de Caraquez, San Vicente y Pedernales fueron las zonas más afectadas por el movimiento sísmico; en esta zona se encuentran 17 sedes de La Alianza, de las cuales 9 fueron visitadas por la comisión, algunas con visibles afectaciones en su estructura física. Durante el recorrido se pudo entablar una breve comunicación con los pastores de las iglesia, quienes informaron las necesidades puntuales que tienen actualmente y las que se requieren suplir a futuro para reconstruir los templos; La Alianza en Colombia, con el valioso aporte de sus más de 300 sedes y junto a convenios internacionales, se suma para restaurar y reconstruir parte de estas iglesias.

Muchas personas perdieron sus viviendas y sus pertenencias personales, pero sin reparo alguno se han dedicado a servir a los afectados, una labor que se está haciendo con el corazón pero también requiere de sustento económico, la finanza de las iglesias de la zona afectada no es la mejor y sin ningún interés han decidido quedarse para continuar entregando esperanza a los que lo han perdido todo, la ayuda que requieren debe estar enfocada en situaciones específicas para lograr ser efectivos en las ayudas, por esta razón nuestra familia Aliancista en Colombia realizó una campaña en pro de recolectar una ofrenda con el fin específico de ayudar a nuestros hermanos en Ecuador, este aporte servirá de apoyo para las iglesias que fueron afectadas en su estructura física, además de apoyar las labores solidarias que están haciendo los pastores de las mismas, quienes también tienen necesidades.

“Esta situación nos hace más humanos como pastores y nos mueve a ejercer nuestra principal tarea que es rescatar a las personas” expresa Oscar Paul Mendoza, pastor de la iglesia Fuente De Paz en la población de Portoviejo.

La visita realizada dejó ver que a pesar de la gravedad de la situación Dios le ha permitido a su pueblo servir y dar consuelo en medio del dolor, como iglesia han podido ser ese apoyo incondicional que muchos necesitan en estos momentos. Dios ha entregado en las manos de su pueblo actividades y labores que reflejan el amor de Jesús en los habitantes de estas poblaciones a través del servicio y el apoyo incondicional que se está brindando.

Fueron 36 horas de recorrido por las zonas afectadas por el sismo en las cuales se evidenció el valor y entrega de quienes han decidido quedarse a pesar de las dificultades sociales y las constantes réplicas, para dar una palabra de aliento a los que han perdido sus hogares, sus familias y todo lo que más querían. Dios ha guardado a sus siervos para que hoy sean los que estén listos y en disposición de atender a muchos que viven en desesperanza.

“Hemos llorado tanto que la mejor terapia a la que hemos podido acudir es el servir a los que necesitan ayuda emocional”, palabras del Pastor Cesar Fernando Mendoza, iglesia Cristo el Salvador de la ciudad de Manta al recordar 5 miembros de una misma familia que fallecieron al desplomarse su vivienda.

La invitación es a continuar orando por nuestros hermanos en el vecino país, pidiendo que Dios les continue dando fortaleza y provisión económica para continuar ejerciendo el apoyo físico y emocional a los afectados; así también a contribuir a través de los canales que ha dispuesto La Alianza en Colombia para coordinar las ayudas que se entregarán a corto y mediano plazo en pro de la reconstrucción de los templos afectados y la restauración integral de las comunidades.