Resplandece 2016

Luces, trajes típicos y alegría acompañaron la noche del viernes, 1 de julio, para dar inicio a la cita especial que las Mujeres Aliancistas tenían con Dios. A las 7:30 p.m. se dio la bienvenida por regiones al son de una entonada canción que dice: “Las Mujeres Aliancistas son de puro corazón, como el oro resplandecen, ellas son de gran valor, son guerreras, intercesoras, son mujeres de oración”.

En el auditorio de Ebenezer, ante 800 mujeres, la pastora Sonia Sánchez, esposa del rev. Humberto Guzmán, presidente de La Alianza en Colombia, en su conferencia “Un Corazón Dispuesto” enseñó que se necesita un corazón que reconozca su condición pecadora, que tenga actitud de arrepentimiento para alcanzar la misericordia de Dios y pueda recibir un corazón dispuesto a perdonar, a vivir en libertad y hablar con la verdad.

El grupo de Alabanza, que estuvo conformado por mujeres provenientes de distintos lugares, dio comienzo a la jornada del sábado, donde recibieron las conferencias de la Doctora Neila Serrano, quien es Médica Especialista y Químico Farmacéutico.

En su primera conferencia llamada “Un Corazón Sano” expresó que en la vida se viven circunstancias que causan cicatrices y que éstas son evidencias del dolor, pero deben aceptar el poder sanador de Jesús y la libertad que da el perdón. En su segunda conferencia, “El Plan de Dios para la Mujer”, resaltó que la mujer fue hecha para ser el complemento del hombre, pues el complemento es un elemento que unido a otro lo hace perfecto, y juntos en las manos del Creador serán un gran instrumento.

Llegando el mediodía, las Mujeres Aliancistas irradiaban con sus sonrisas y mientras esperaban su turno para almorzar, disfrutaron de los espacios que se habían ambientado para tomarles fotos y videos con el fin de obtener un gran recuerdo de este congreso.

A las 3 p.m. la Dra. Neila continúo con su última conferencia “Medicina y Salud según la Biblia”, ya que en las otras charlas había hablado del alma y el espíritu, en este espacio se enfocó en el cuerpo. El Señor en 1 Corintios 6:19-20 dice que el cuerpo es templo del Espíritu Santo, Él habita allí y ninguno es su propio dueño, porque han sido comprados por Dios con un precio muy alto; así que, con el cuerpo se le debe honrar a Él, y una manera de hacerlo es creando una cultura de cuidado, realizando periódicamente valoraciones médicas para prevenir enfermedades, haciendo ejercicio para el buen funcionamiento del sistema muscular, óseo y circulatorio, además de tener una balanceada nutrición para evitar trastornos alimenticios.

Las Mujeres Aliancistas durante muchos años ha sido un canal de bendición con su entrega y dedicación en diferentes propósitos para La Alianza en Colombia. En este congreso, ellas entregaron una ofrenda para seguir apoyando distintos proyectos sociales.

Después de una cena especial, la dulce voz de la pastora invitada, Adriana Acosta, con su tropical estilo, entre danzas y voces animó la multitud con alabanzas escritas por ella, culminando la noche con canciones como “Dame la Vida”, “Mil Razones Para Amarte” “Rompe los Cielos”, entre otras.

El domingo muy puntuales comenzaron con el devocional, “Un Corazón que Adora”, dado por la pra. Nubia Salazar, Coordinadora de la Región Sur. Durante la mañana se realizaron varios talleres focalizados para prejuveniles, solteras, jóvenes sin hijos, madres solteras, separadas, divorciadas, viudas y casadas con hijos o sin hijos; dictados por pastoras que con su testimonio de vida han aprendido a  tener “Un Corazón que Ama” a pesar de las circunstancias.

Las mujeres afrontan tantas situaciones que necesitan abrir su corazón, para recibir consuelo y respaldo de Dios, así como lo reflejaron los testimonios que compartieron algunas mujeres, en especial la pra. Idaly Rivera, quien perdió a su hijo días atrás y terminó su intervención con este gran mensaje: “Solo trascenderemos en la medida que guardemos nuestro corazón”.

“Un Corazón que Sirve” fue la conferencia final de Resplandece 2016 y estuvo a cargo de la pra. Olga Sofia Castañeda, Directora de Mujeres Aliancistas, pues un corazón Tan Puro Como El Oro tiene que dar su vida al servicio del Rey de reyes y Señor de Señores, dejando una huella imborrable en aquellos que los rodean.

Para finalizar un fin de semana de bendición, cada región fue desafiada a continuar trabajando arduamente en sus ministerios en las iglesias locales, además de ser bendecidas con declaraciones y promesas que aumentan su fe.

A fin de completar el gozo de Dios, recordaron el sacrificio de Jesús en la cruz al compartir la Santa Cena y aceptaron el compromiso de resplandecer en todo tiempo con un corazón Tan Puro Como El Oro.

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