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Somos Testigos

Somos Testigos

En el idioma hebreo los verbos oír y obedecer tienen el mismo significado, por eso, Dios busca que sus hijos al oír sus mandamientos, automáticamente los hagan realidad en sus vidas. Para empezar a ser obedientes analicemos una serie de mandatos específicos que Jesús nos dejó para continuar su ministerio.

Juan 20:21 “Como el Padre me envió al mundo, así yo los envió al mundo a ustedes”

Como misioneros desde hace más de 15 años en distintos lugares del mundo a donde Dios nos ha enviado, hemos decidido obedecer la Palabra de Dios en todo; desde que somos adolescentes hemos visto que obedecer trae bendiciones, y las más grandes han sido ver diferentes personas rendidas a los pies de Cristo por haber oído el mensaje de Salvación que tiene poder para transformar vidas. Obedecer este mandamiento no solo trae bendición para nosotros, sino para todas las personas que Dios acerca a nuestras vidas cada día para ser salvos.

Debemos entender la importancia y supremacía que tiene La Gran Comisión
El mandato, “Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas a toda criatura” Marcos 16:15, requiere un ministerio personal, frente a frente.
El mandato, “Y serán mis testigos tanto en Jerusalén, como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” Hechos 1:8, levanta nuestros ojos más allá de cualquier grupo, más allá de un círculo político o religioso, nos muestra que la obra de la evangelización es el ministerio supremo de la iglesia de Cristo, y la responsabilidad urgente y prioritaria de cada discípulo del Señor Jesucristo.
“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones” Mateo 28:19, eleva la Gran Comisión y la ennoblece, nos hace embajadores del Rey de Reyes y representantes del mismo a toda nación, tribu y lengua.

¿Hemos estado en contacto con el Cristo resucitado o hemos sido cautivados por su Espíritu en estos cruciales y últimos días sobre la tierra? Si es así, no podemos ser indiferentes, inactivos o neutrales a la gran obra a la que Dios nos ha llamado.

Todos hemos sido enviados a llevar el mensaje de salvación, oremos para que Dios nos ilumine en qué lugar del mundo debemos estar en obediencia a este mandato. Siempre encontraremos un nuevo lugar donde anunciar su Palabra, conforme a su perfecta voluntad.  

Por: Doctor Alberto Benjamín Simpson