Transformadas Por El Mensaje De Jesús

Para Marlen Chaparro la idea de una familia que estuviera unida y en amor se había nublado completamente por una vida determinada al exceso de alcohol, que casi siempre terminaba en maltrato hacia sus hijos, destruyendo su ideal familiar. Esta situación la sumergió en una profunda tristeza de la que no veía una posible salida, pero la gracia del Todopoderoso tenía planes de bien para su vida y la de los suyos.

Santa Cecilia es un barrio ubicado en la parte alta de los cerros nororientales de la ciudad de Bogotá, allí desde hace varios años vive Marlen y al igual que muchos de sus habitantes ha enfrentado la compleja situación social de este sector, buscando siempre una manera de obtener el sustento para vivir, haciendo labores de reciclaje por las calles de la ciudad.

En su búsqueda de mejores oportunidades escuchó de parte de su hija acerca de un proyecto productivo realizado por una fundación de La Alianza, donde enseñan a las madres del sector a realizar bolsos tejidos de forma manual, iniciativa que se desarrolla con el objetivo de cumpir el mandato de Jesús de alcanzar a los necesitados, transformando familias enteras, su entorno y manera de vivir, como en el caso de Marlen, que decidió participar del programa en busca de mejorar sus ingresos económicos, pero con la fortuna de encontrar mucho más que eso.

Allí, en medio de las jornadas de aprendizaje para tejer, también se estaba tejiendo una mejor forma de vivir para ella y su familia, ya que le inquietaba ver a otras personas interesadas por ayudarle a encontrar un mejor estilo de vida.

En aquella casa donde Marlen aprendió a tejer y donde le brindaron ayuda social, había algo más que poco a poco empezó a cautivarla, algo que estaba más allá de sus pensamientos y que en adelante sería la luz que tanto buscaba; en aquel lugar además de enseñar a tejer, se encuentra una iglesia de La Alianza, la cual le brindó la oportunidad de entrelazar una relación personal con Jesús, invitación a la que ella también accedió decididamente al entender que había encontrado una solución integral para su antigua forma de vivir, dejando atrás todo su pasado y emprendiendo nuevos sueños.

Marlen ahora ha conseguido otro empleo para mejorar sus ingresos, los cuales suma a los ahorros que está obteniendo, producto de los bolsos tejidos que realiza en la fundación, situación que le ha permitido mejorar su calidad de vida.

Su nueva vida transformada por la Palabra de Dios es una bendición para toda su familia, sus hijos la ven diferente y se asombran del radical cambio, ahora comparten más tiempo y viven en unidad en un hogar que ahora respira un ambiente de amor. Su hija Lorena fue la primera en conocer acerca de Jesús en este lugar hace algunos años, hoy sirve como líder en los ministerios de niños y jóvenes, donde se ha convertido en un ejemplo de desafío en la búsqueda de Dios, agradece a Dios por ver a su madre totalmente cambiada y apoyándola en su sueño ministerial de ser misionera para llevar esperanza a quienes la necesitan.

Cada labor, cada detalle y cada acción intencional que emprendemos para dar esperanza a los que la necesitan, pueden convertirse en vidas realmente transformadas por el mensaje de Jesús.