Visibles para Dios, Visibles para la Iglesia
“Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas”. Marcos 6:34
Esta cita bíblica ha hecho eco en el corazón de nuestra familia Aliancista, llevándonos a responder a través de nuestro servicio. Hemos visto la necesidad de la viuda, el huérfano y el desamparado; sin embargo, en nuestra sociedad e incluso en nuestras iglesias aún hay una población que pasa invisible, las personas en condición de discapacidad.
Nuestras sedes en Armenia y Pasto han quitado esa venda de sus ojos y nos han enseñado cómo ser asertivos al atender las necesidades de las personas con discapacidad física. El proceso que estas sedes vivieron inició con esta acción: “Ver a las personas”, pues allí en sus comunidades encontraron personas en sillas de ruedas y personas sordas con necesidades físicas, emocionales y espirituales que debían ser atendidas. En Armenia en la sede Alianza de Amor el Pr. Jairo Pulgarín, quien es el director de la iglesia, tiene una discapacidad, y desde allí trabajaron para cubrir esta población. En La Alianza Pasto pusieron su mirada en su comunidad y al observar vieron la necesidad.
El segundo paso que vivieron nuestras sedes fue la “sensibilización y capacitación”, aunque el interés haya iniciado de una persona, la iglesia tomó la decisión de apoyar y trabajar en pro de esta comunidad, pues no iba a ser un trabajo aislado con un grupo de personas, sino que el objetivo era hacerlos sentir parte de la iglesia; procesos como la adaptación física del lugar, rampa de acceso, baños adecuados, corredores amplios, la implementación de un traductor de señas en el templo, entre otros, permitió que muchas de estas personas encontrarán una sede capacitada y adaptada para hacerlos parte de la familia.
En nuestra sede en Armenia, cada determinado tiempo hay una celebración integral para las personas en condición de discapacidad de los sectores más vulnerables, pues el costo de vida es alto, existe una marginación en el sector laboral para ellos y el desgaste físico y emocional para ellos y sus familias está presente. Por eso a través de esta celebración integral se brinda un espacio espiritual y emocional a través de la adoración y reflexión, un espacio de soporte físico a través de terapias, alimentación y soporte económico a través de la entrega de kits de aseo.
En nuestra sede en Pasto el ministerio actualmente cuenta con un grupo de 40 personas. Por medio de los grupos de vida y la EFI se ha logrado un crecimiento espiritual y un soporte afectivo para la vida de cada una de estas personas, lo que ha generado una cultura de servicio y amor por el prójimo en toda la comunidad.
“Animo a los Aliancistas a nivel de Colombia que pensemos en aquellas personas que muchas veces su familia no los saca de casa, que muchas veces no tienen para el transporte y que muchas veces se hacen literalmente invisibles para la sociedad, que el pueblo de Dios tenga ojos para ver esta población, que podamos apoyarlos para que puedan hacer eventos como estos o para llevarlos por lo menos a un servicio dominical, para ellos es muy difícil su transporte y La Alianza puede y debe incluir esta población en su cobertura espiritual, sus familias son familias muy cargadas, agotadas y necesitadas, visitarlos, llevarles un donativo y ayudarlos para que se integren en el proceso social es una de las maneras de hacerlos visibles” - Pr. Jairo Pulgarín.
Hoy podemos ser parte de la iglesia que ve a las personas que la sociedad tiene invisibles, que se identifica con sus necesidades y que inspirados por el amor de Jesús llevemos sin ningún límite la esperanza de salvación a todas las personas que nos rodean.
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