Confiando En Su Perfecta Voluntad
Dios actúa de manera sobrenatural en todo momento y Él quiere que nosotros seamos partícipes y beneficiarios de ese poder que con su perfecto amor está dispuesto a entregarnos, para este fin solo requiere que permitamos totalmente el control de nuestra vida en sus manos para que pueda obrar mediante la fe.
A través de las obras de sanidad que Dios hace en nosotros, Él quiere glorificarse para testimonio de su poder y su perfecta voluntad, pero en ocasiones cuando las circunstancias se tornan difíciles apartamos nuestra mirada de aquel que todo lo puede y nos volvemos presa del temor.
Nubia pertenece y sirve en la sede El Encuentro Suba de la ciudad de Bogotá, donde hace una labor social con mujeres cabeza de hogar para que puedan emprender y salir adelante. Esta labor nació luego de vivir un capítulo oscuro en su vida, del cual Dios le dio la victoria para que hoy pueda contar con alegría su testimonio y a través de este exaltar el nombre de Jesús.
Hace algunos años fue diagnosticada con un cáncer muy avanzado en su cuerpo, a tal punto que era considerado por los médicos como algo inexplicable porque el estado en que estaba el tumor podría haber comprometido su vida de forma irreversible, debido a esto fue intervenida quirúrgicamente de forma inmediata, cirugía en la que también intervino la mano poderosa y sanadora de Jesús, pues salió a la perfección y el tumor fue extirpado en su totalidad.
La decisión de los médicos una vez terminado el proceso de recuperación de la cirugía, era iniciar los tratamientos de quimioterapias para eliminar cualquier posibilidad de existencia de células malignas en el organismo de Nubia, este tipo de tratamiento aunque parezca normal para este tipo de enfermedades es muy complejo en muchas dimensiones, incluida el autoestima de quienes se someten a este, pues además de lo doloroso e incómodo, compromete el aspecto físico de los pacientes ya que deja huellas visibles como la caída del cabello, que es un símbolo de la belleza femenina y para ella fue muy difícil asimilar su nueva forma de verse.
A pesar de este momento de dificultad en el que se encontraba, Nubia siempre entendió que la enfermedad era un proceso a través del cual Dios le mostraría su amor y traería bendición a su vida, ya que le dio un buen esposo que se convirtió en su mayor apoyo durante la adversidad, incluso con gracia recuerda que también se rapó la cabeza para acompañarla durante el tratamiento, le dio salud al librarla del cáncer y le dio pasión para servir a los demás y con entrega pudo reflejar el amor que Jesús depositó en ella.
Hoy comparte su historia con otras personas que sufren en soledad esta enfermedad, para enseñarles que hay una esperanza en la búsqueda de Dios y que solo Él puede restaurar lo que los hombres dan por perdido, con gran alegría expresa que ahora tiene un cabello mucho más hermoso del que siempre había soñado, porque así obra Dios en su inmensa voluntad y en su perfecto amor, entendiendo que la mejor forma en que podemos demostrar nuestro agradecimiento con Él es sirviendo a sus propósitos con todo nuestro ser, para que la obra que inició en nosotros pueda trascender a quienes están a nuestro alrededor.
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