Viviendo En Hermandad
En nuestra vida se unen deseos sustanciales que surgen del vivir en unidad, trazados desde la hermandad como elementos que nacen de la experiencia espiritual de cada persona. Cada uno de los integrantes de la comunidad, tienen una manera de percibir y disfrutar de la presencia de Dios, esto enfoca y sensibiliza la comunión con los demás.
En este pasaje, el salmista nos presenta un cuadro de hermandad basado en la relación de dependencia de la comunidad, el gozo que produce la unión entre los hermanos, tanto en el sentido de la familia consanguínea como en la familia espiritual de Dios.
Salmos 133
El rey David hizo de Jerusalén la capital del reino, se encuentra por lo tanto un significado muy grande como referencia a la cohabitación de los judíos cuando venían una vez al año a celebrar las festividades en Jerusalén. Los israelíes pertenecientes a las distintas tribus se unían como pueblo de Dios por los mismos vínculos, cuyo símbolo e incentivo era la centralidad de Jerusalén, donde estaban el trono y el altar. Para los habitantes de la ciudad era un momento donde llegaban extraños, y algunos por falta de hospedaje se quedaban en casas de otros, pero esto era una gran conmemoración que no se podían perder. Sin embargo hoy día posee sin duda un significado más amplio en relación con nuestra familia cristiana. Hay una unidad espiritual entre los hijos de Dios que trasciende cualquier barrera.
Nuestra unidad es buena y agradable, no se fundamenta en vanidades ni se impone desde afuera, sino que crece de la comunidad del espíritu y la fe. Es un distintivo de los creyentes en la santidad.
Para esto, debemos haber experimentado:
-Un encuentro personal con la cruz de Jesús. Allí se experimenta el perdón.
-Un encuentro personal con la Sangre de Cristo. Allí se experimenta la Salvación. ¿Hemos experimentado como una decisión personal, un encuentro con el verdadero perdón? Romanos 4:8
-Un encuentro con el Padre. Allí se experimenta el amor de Dios. ¿Sentimos la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, aún en los momentos de dificultad? Romanos 5:1
-Un encuentro con la persona del Espíritu Santo. Allí se encuentra el gozo de ser hijo.
-Un encuentro con los hermanos en la fe. Allí se encuentra la hermandad de cuerpo. ¿Es una realidad el vínculo y la cercanía con sus hermanos en la fe? Efesios 4:2-3
Aunque en nuestro interior llevamos diferentes contrastes, podemos tener comunidad por el mensaje de la cruz, la sangre, el amor del Padre, la unidad del Espíritu Santo y la hermandad que practicaremos sin pecado en el cielo.
¿Estamos llevando una vida de fe para llevar frutos a otras personas?
El Espíritu Santo fluye en medio de la hermandad nutriendo y permitiendo la libertad para compartir. Y es así cómo viene la bendición de Dios Efesios 4: 4-10, 23-24.
La hermandad es la experiencia enriquecedora de Dios para su pueblo, que crece en su interior para la madurez del Cuerpo de Cristo al cual hemos sido llamados. Lo importante es reconocer que esta es una experiencia que hace convivir las diferentes personas, con diversas formaciones y culturas dentro de un solo ideal eterno. Esto hace visible el Reino Eterno de Jesucristo viviendo en medio de personas, que al tener la unidad que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tienen como esencia, habitando entre nosotros, muestran al mundo Su amor.
Por Abraham Martinez
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