Auditorías de ICM: Una oportunidad para evaluar nuestro impacto ministerial y comunitario.
Desde hace más de 14 años, la familia Aliancista a través del Dpto. de Relaciones & Proyectos ha trabajado de la mano con el Ministerio de Cooperación Internacional (ICM) en un convenio que ha fortalecido nuestro crecimiento, tanto ministerial como comunitario. A lo largo de este tiempo, hemos sido testigos de cómo las iniciativas de construcción de templos, centros de desarrollo y esperanza, junto con la evangelización a través de programas como “Tu Instituto Bíblico” y la entrega de herramientas evangelísticas, han transformado vidas y comunidades; permitiéndonos seguir comprometidos con la Gran Comisión.
Con el objetivo de asegurar que este trabajo siga cumpliendo su propósito, desde el mes de julio, ICM inició un ciclo de auditorías en las sedes que han recibido su apoyo en la construcción del templo así como para obra social. Este proceso, fundamental para evaluar el avance ministerial y el impacto de los proyectos en las comunidades, comenzó con visitas a sedes en Bogotá, Armenia y Zarzal, las cuales son solo las primeras de muchas otras que se realizarán en diferentes puntos del país durante este año y el siguiente.
Las auditorías no solo se centran en revisar el estado de las infraestructuras o el uso de los recursos, sino que buscan profundizar en el impacto real que nuestras labores han tenido en las comunidades. Esto incluye evaluar cómo los proyectos han contribuido al desarrollo ministerial, de la niñez, la efectividad en la plantación de iglesias y el fortalecimiento del tejido social en las zonas donde servimos.
Es importante estar preparados
Como familia Aliancista, estas auditorías son una oportunidad para reflexionar sobre el trabajo realizado en estos años, identificando áreas de mejora y celebrando los logros alcanzados. Por ello, nuestras sedes que han sido beneficiarias de ICM deberán estar preparadas para recibir estas visitas, teniendo a la mano información clara y detallada sobre su membresía, asistentes y actividades realizadas desde el momento de la dedicación hasta el día de hoy.
Estar preparados no es solo una formalidad, sino una herramienta poderosa para seguir creciendo, asegurándonos que todo lo que hacemos esté alineado al cumplimiento de la misión que Jesús nos encomendó; pues sin duda alguna podemos dar testimonio de que el compromiso, la dedicación y la dependencia de Dios de nuestras congregaciones genera un impacto positivo no solo en los individuos, sino también en las comunidades. Igualmente, de este modo estaremos contribuyendo a que otras sedes puedan aplicar a ICM.
Acompáñanos orando por esta temporada de auditorías, manteniendo la confianza en que este convenio con ICM seguirá fortaleciéndose, permitiéndonos llegar a más comunidades con la labor de ser y hacer discípulos en todos los rincones del país.
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