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El ADN De Una Iglesia Plantadora

El ADN De Una Iglesia Plantadora

El ADN de una persona contiene todos los elementos que le relacionan directamente con su familia de origen, lo mismo se puede decir de la plantación de iglesias, una iglesia que es misional y plantadora levanta nuevas iglesias con estas mismas características.

Hechos 13:1-10

La historia de la iglesia de Antioquía fue distinta a la de Jerusalén. Un grupo de discípulos, quienes eran perseguidos, llegaron a Chipre y pasaron a Antioquía, y centraron sus esfuerzos en buscar a los no judíos, a los gentiles y a los griegos, y al hacer contacto con ellos pudieron compartir sobre el Señor Jesucristo.

1. Una iglesia centrada en la oración (vs. 2)

Hay que darle lugar a una vida de oración intensa e intencional, donde todos los discípulos participen y se sientan vinculados y relacionados. Esto permite que haya un ambiente adecuado para que el Espíritu Santo pueda operar y obrar con libertad, permaneciendo sensibles a su voz y respondiendo ante las exigencias presentadas.

Una iglesia que tiene claro su sentido misional de plantar nuevas iglesias es una iglesia que ora fervientemente.

2. Un liderazgo libre de prejuicios (vs. 1)

Debe haber un liderazgo maduro, sin prejuicios ideológicos, culturales o étnicos, que esté dispuesto a obedecer la voz de Dios. Un grupo de discípulos adecuados, capacitados y entrenados, donde cada uno pone en ejercicio los dones espirituales que tiene para el cumplimiento de la misión.

3. Mantiene una clara relación con el Espíritu Santo (vs. 3-4)

Contar con  la guía y la dirección del Espíritu Santo es fundamental y decisivo ya que prepara, capacita y da fuerza a las personas. Él es el encargado de acompañar todo el trabajo de plantación como cumplimiento de la misión.

Algunos beneficios de contar con la ayuda del Espíritu Santo son: podemos romper barreras e incapacidades, habilita para entrar en contacto con otras culturas, rompe regionalismos y nos brinda nuevas posibilidades.

La presencia del Espíritu Santo ayuda a enfrentar los momentos difíciles con los que se pueda encontrar en medio del cumplimiento de la tarea misional y la plantación de nuevas iglesias.

4. Piensa en las formas de llegarles a las personas (vs. 4)

La iglesia que tiene un claro sentido misional busca formas o estrategias para llegar a las personas de su comunidad. Existen grupos de personas que no están siendo alcanzadas con el evangelio del Reino de Dios y deben tener la oportunidad de conocer la salvación.

¿Identifica los grupos no alcanzados que hay en el sector donde funciona su Iglesia? Es necesario entender que se debe salir del ostracismo en que se ha vivido y mirar a las multitudes que viven como “ovejas sin pastor”.

5. La tarea es responsabilidad de todos (vs. 5-6)

Cada discípulo está llamado a utilizar sus dones, habilidades, competencias, saberes e inteligencias para ayudar a extender el Reino de Dios. Es primordial que todos se involucren, puede ser en los grupos pequeños, plantando iglesias y/o formando parte de los equipos que van a otras culturas y países a llevar un mensaje de esperanza.

6. La inversión de recursos en la tarea (vs. 7-10)

Para la iglesia misional invertir los recursos económicos en el cumplimiento de la misión es fundamental. Los recursos económicos, locativos y el talento humano que la conforman se utilizan en la plantación de las nuevas iglesias y el cumplimiento de la misión.

La iglesia tiene una razón de ser y son las misiones, lo que la diferencia del resto de las instituciones que conforman la sociedad. Para todo cristiano la tarea misional y la plantación de iglesias son dos realidades que van de la mano.

La oración intencional y decidida, el trabajo articulado de los líderes que la dirigen, la obediencia a la voz de Dios y la guía del Espíritu Santo son elementos necesarios para plantear formas de alcanzar a los que están afuera, debemos entender que las misiones son responsabilidad de todos y para ello se invierten los recursos que sean necesarios.

Vs 2 “Un día, mientras ellos estaban adorando al Señor y ayunando, el Espíritu  Santo les dijo: Prepárenme a Bernabé y a Saulo. Yo los he elegido para una misión especial”

Por: Efrén Grueso