Eran las 4:50 de la tarde del lunes 11 de marzo, el sol estaba descendiendo, el calor estaba presente y el ambiente se sentía húmedo, pero en el corredor de la casa del A. B. Simpson en Leticia, Amazonas ya se encontraban los 15 participantes de la Escuela Nacional de Misiones.
Era un viaje de misiones corto pero lleno experiencias, capacitación y entrenamiento misionero donde cada participante iba a explorar las implicaciones y los desafíos que enfrentan nuestros misioneros en el campo, y su vez identificar las oportunidades de servicio en la que ellos se podían involucrar.