Por primera vez ICM visitó algunos de los templos y obras sociales que han construido con nosotros.

Por más de 14 años hemos contado con ICM (Ministerio Internacional de Cooperación), un socio estratégico para la extensión del Reino de Dios en el país. No obstante, a través de este tiempo no habíamos tenido la oportunidad de recibir una visita de los socios donantes de este ministerio hasta ahora.

El viaje se realizó del 27 al 31 de julio con una delegación de 23 personas, entre ellos: Joe Gómez y Robert Leatherwood, ambos directores de desarrollo de proyectos del equipo de ICM. En compañía de nuestro presidente, los departamentos de Relaciones & Proyectos y Comunicaciones, un grupo de pastores y un equipo de traductores estuvimos con ellos en diferentes sedes de La Alianza y en el Centro de Capacitación Intercultural A.B Simpson; con el fin de dar a conocer sus trabajos, testimonios, programas y visión para los próximos años. Además, de deleitarnos con representaciones artísticas y gastronómicas de nuestra cultura.

Iniciamos el viaje en Cali, en la sede Hechos de Vida, quienes mostraron su proyecto de emprendimiento empresarial realizado junto a las sedes de Juanchaco, Ladrilleros, Sabaletas, Humanes, Bracito y San Marcos. De allí el grupo se desplazó hasta la sede Aposento Alto, la cual ha desarrollado desde 1998 un trabajo social con niños y con el que actualmente cuenta con más de 100 estudiantes entre los 3 y 18 años de edad, a quienes se les ofrece un alimento y educación integral. Allí también pudieron conocer los testimonios de personas adultas que en su niñez fueron beneficiarios del programa.

Después de ello nos dirigimos a la sede San Bosco, quienes recibieron a toda la delegación con una obra de teatro y un cuento que los niños de la fundación habían escrito para el libro “La Paz es Nuestro Cuento”, este mismo fue enviado como regalo a Janice, presidente de ICM. Igualmente, los visitantes pudieron recorrer el centro masculino de rehabilitación para consumo de sustancia psicoactivas y la casa de cuidado de mujeres; este espacio permitió que conocieran testimonios contados por sus protagonistas. En la noche nos encontramos en la sede San Luis, donde se realizó una ceremonia de agradecimiento a ICM por todo el apoyo que por años nos han brindado; los niños demostraron sus habilidades en la danza, incluso una de las familias venezolanas que asisten a este lugar trajeron una porción de su cultura para compartir.

En la mañana del siguiente día nos trasladamos hacía Zarzal, Valle; allí tuvimos una calurosa bienvenida por parte de pastores y líderes de la sede. Los visitantes de ICM pudieron apreciar las historias de esfuerzo, dedicación y sobre todo el obrar de Dios para con esta comunidad. Asimismo tuvimos la oportunidad de compartirles los proyectos con los que el actual pastor visiona, el trabajo social con la comunidad y la idea de extensión y adecuación en sus instalaciones. 

Posteriormente, salimos hacia Armenia a las instalaciones de la Oficina Nacional para conocer sobre el trabajo general de nuestras sedes, el personal administrativo y sus funciones. Allí se unieron nuestros hermanos de la comunidad MISAK, quienes impresionaron con sus 12 años de apoyo al trabajo en el Cauca y su compromiso por extender el Reino a pesar de las adversidades de violencia en su territorio, manteniendo su idioma y su identidad cultural. Así mismo, describieron el trabajo evangelístico que se viene realizando a través de la estación de radio, donde ICM es clave en este proyecto. 

El día sábado iniciamos el recorrido en las instalaciones del Centro de Capacitación Intercultural A. B. Simpson, donde presentamos el trabajo que se desarrolla desde allí en cuanto a la formación y entrenamiento de obreros transculturales, sus proyectos de expansión y alcance a comunidades indígenas como es el caso del proyecto: Ventana Verde.

Después de vivir momentos muy emotivos en un tiempo de oración y adoración en el Centro de Capacitación, nos trasladamos a la sede Alianza de Amor, en la cual pudimos apoyar de primera mano y servir a personas en condición de discapacidad, quienes son beneficiarias del Día de Gracia, una celebración que es parte de los proyectos de esta sede. En este mismo lugar llegaron los pastores y líderes de la sede Génova, quienes realizaron una demostración de bailes típicos de esta zona del país y contaron acerca del trabajo que vienen desarrollando con niños de la zona, inculcando el sentido de pertenencia por el trabajo en el campo y la enseñanza de una segunda lengua. 

Este viaje fue un momento muy especial para practicar la gratitud con un socio que ha hecho posible tener espacios y herramientas dignas para alabar el nombre de Dios, dignas para discipular y dignas para servir a nuestras comunidades. Nuestros pastores, líderes y comunidades en general sirvieron y dieron lo mejor de cada uno de ellos para hacer sentir a nuestros visitantes el amor de Cristo en Palabra y Hecho. Oramos por cada miembro del equipo de ICM, sus familias y socios de ministerio para que sean bendecidos y que la paz de Dios reine en sus corazones como lo expresa Colosenses 3:15-17.

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